Bien atrás ha quedado la concepción de que son necesarias dietas extremas para perder peso y conseguir el objetivo que tanto quieres. La verdad es que prácticas como estas no son saludables y no perduran: traen con ellas el tan indeseado “efecto rebote”. Formar pequeños hábitos que te lleven gradualmente hacia tu objetivo es una manera mucho más eficaz, saludable y sostenible de perder peso. Se trata de crear un nuevo estilo de vida que te lleve al éxito.
Pero, ¿cómo cambiar mi estilo de vida para perder peso?
Iniciar un cambio parece muy complicado, especialmente cuando queremos obtener lo que deseamos de manera rápida. ¡Nos pasa a todos! Pero tenemos que saber luchar contra esta tendencia. ¿Cuántas veces nos han propuesto pastillas mágicas o dietas milagrosas para perder peso? Ya sabemos de antemano que no funcionan. La verdad es que lograr cambios radicales (como perder peso) toma tiempo, dedicación y esfuerzo.
Es por esto que es tan importante incorporar hábitos saludables, que poco a poco reemplacen a aquellos que nos impiden alcanzar nuestro objetivo. Si somos constantes, las rutinas se convierten en hábitos y lo que luego parecía tan complicado se vuelve fácil y hasta casi mecánico. Cuando ya hemos formado los hábitos necesarios, no tendremos que esforzarnos más para perder peso ni pensar en ello. ¡Habremos formado un nuevo estilo de vida!
Suena bien, ¿no? Y es posible. Pero como todo gran logro, requiere esfuerzo, mucha dedicación y constancia. Para ayudarte en este proceso, te contamos a continuación cómo formar nuevos hábitos, y qué hábitos formar específicamente para perder peso. Simplemente diviértete, sé paciente, perdona tus fallos, y lo más importante, felicítate por el gran cambio positivo que estás intentando lograr en tu vida.
Cómo formar hábitos
1. Comienza con una meta a la vez
Para perder peso deberemos hacer ajustes significativos en nuestra vida, que no podremos incorporar todos a la vez. Piénsalo de esta manera: si en el mismo día te propones 3 metas gigantescas, lo más probable es que termines abandonando al día siguiente.
Construir hábitos toma tiempo. Comienza de a poco, para escalar una montaña sólo tienes que dar el primer paso. Al inicio, concéntrate en una sola meta que sea lo suficientemente fácil como para que te asegures de cumplirla. Celebra cada paso, que por algo se empieza, y deja que te motiven las ganas de cambiar.
2. Registra día a día tus avances
La única manera de incorporar un hábito es repetir la acción interminables veces, hasta que se vuelva automática y ni siquiera tengas que pensar en ella. Para lograr esto un ingrediente es especialmente clave: la constancia.
Y para saber que estamos siendo constantes, es sumamente importante llevar un registro por escrito. Esto te permitirá comprobar, día a día, si has sido fiel a tu meta. Para esto puedes, por ejemplo, elaborar una cadena de metas (acumular la mayor cantidad de días realizando tu meta sin fallar). Esto te motivará a no romper la cadena y seguir adelante.
3. Cuando sea el momento, incorpora nuevos hábitos o haz más difíciles los que ya has incorporado
Si en 21 días no has roto la cadena de metas, quizás es momento de incorporar un nuevo hábito o de aumentar la dificultad del que estás realizando.
Esto variará de persona a persona. Sólo tú podrás saber si el hábito que estás intentando llevar a cabo te genera mucho o poco esfuerzo. Dependiendo de lo que sientas puedes incorporar nuevos hábitos antes o después de los 21 días. Después de todo, cada persona es diferente, y por eso es importante evaluarte y ser sincero contigo mismo para saber si estás preparado o no para incorporar nuevos hábitos.
4. Mantén tu motivación alta
Recuerda día tras día por qué haces lo que haces. ¿Qué quieres lograr? Ayúdate a tenerlo presente. Haz tableros de inspiración, escribe en un diario tus sentimientos respecto a tu meta, haz tableros en Pinterest con imágenes que te inspiren. Mantener tu motivación alta es una gran estrategia para ser constante.
Pequeños hábitos para comenzar a perder peso
Debes pensar en tus grandes metas no como en cosas grandes y audaces que sólo podrás conseguir en el futuro, sino como pequeñas acciones diarias que repites hasta que el éxito es inevitable. Para perder peso, no necesitas dietas milagrosas ni pastillas mágicas, sino un estilo de vida sostenible formado por pequeños hábitos diarios. ¡Nada de sacrificios imposibles! Simplemente, constancia para traer hábitos a tu vida que te ayuden a perder peso. Aquí tienes algunas ideas para comenzar:
No duermas menos de 6 horas
Hay una gran relación entre el déficit de sueño y el aumento de peso. Las razones son varias, (principalmente hormonales) pero también muy sencillas de comprender: si tu cerebro y tu cuerpo no tienen energía, querrán obtenerla de los alimentos más calóricos.
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Evita el alcohol y los refrescos
Los refrescos light no solo NO ayudan a adelgazar, sino que incluso pueden predisponer a sufrir obesidad y diabetes. El alcohol, por otro lado, aporta calorías que pueden evitarse con un gesto tan sencillo como beber un zumo natural (que te aportará vitaminas y otros nutrientes) o, sencillamente, agua.
Come fruta como snack
Consumir fruta entre las comidas favorecerá una buena digestión y una mejor absorción de los nutrientes. También podrás aprovechar el aporte de fibra de la fruta para mantenerte saciado hasta la próxima comida, y reemplazarás otros snacks menos saludables.
Muévete más
Ni siquiera es necesario que pongas nuevos horarios para ejercitar de más. Puedes incorporar pequeños cambios a tu rutina para hacer ejercicio. Por ejemplo, caminar más al trabajo o preferir la bicicleta a otro medio de transporte cuando sea posible.
Infórmate y aprende
Gran parte de tener éxito a la hora de perder peso tiene que ver con estar informado, aprender constantemente y no dejarse engañar. Puedes encontrar muchas personas que te dirán cosas diferentes e incluso contrarias a la hora de perder peso, lo cual puede confundirte y terminar haciéndote fracasar.
Sustituye alimentos
Haz un hábito el siempre ser consciente de lo que consumes. Lee las etiquetas de los alimentos, infórmate en aquello que es bueno o malo para tu salud. No consumas de forma mecánica, sino consciente. ¿Puedes hacer una elección más saludable? Por ejemplo, en lugar de arroz o harina blanca, prefiere el integral. En lugar de papas fritas, elige fruta o una porción de nueces. Rompe el ciclo y comienza a comer de forma consciente.
Hidrátate
Consumir el agua necesaria día a día te ayudará a mantenerte hidratado. Esto se traduce en comer menos, sentirse más energizado, tener una piel más saludable y contribuir a la desintoxicación de tu cuerpo diariamente.
Todos estos consejos son ideas de pequeños hábitos que puedes comenzar a incorporar para perder peso. Para finalizar, recuerda que si la ganancia de peso no se produce de la noche a la mañana, la pérdida de peso también llevará tiempo. No te desesperes, la clave está en formar un estilo de vida saludable que incluya constancia, actitud y apego hacia tus objetivos. Cambia los hábitos que te llevaron a ganar peso, sustitúyelos por otros que te ayuden a perderlo. ¡Tú puedes!
