El valor personal y el amor propio juegan un papel muy importante en una vida equilibrada y feliz. Tanto el valor que te asignas a ti mismo como tu autoimagen influyen en tus relaciones con los demás, en cómo afrontas los problemas, en la imagen que proyectas, entre otras cosas. El valor personal es un estado mental y emocional que puedes ejercitar, para cada día sentirte mejor contigo mismo.
El amor propio es un estado en el que nos sentimos admirados por simplemente existir. No por todo lo que hemos logrado, sino por el simple hecho de estar vivos. Nos vamos dando cuenta de nuestro valor personal a medida que hacemos cosas por nosotros, como prestar atención a nuestras necesidades, no sobrecargarnos con trabajo, invertir en nuestro desarrollo personal, etcétera. Reconocer tu valor personal sin dudas mejorará tu calidad de vida, pero, ¿por dónde comenzar? Si bien es cierto que cada persona debe construir su propio camino de autoconocimiento y autoaceptación, hay algunos consejos que puedes probar para comenzar hoy mismo a amarte un poco más cada día.
¿Cómo reconocer mi valor personal?
Cuídate
Puede ser algo obvio, y puedes pensar que es algo que realizas todos los días. Pero este puede no ser el caso. Presta más atención a tus necesidades básicas, por ejemplo: todos los días tienes hambre, pero ¿cómo sacias ese hambre? ¿a través de comida chatarra o saludable? La manera en que tratamos a nuestro propio cuerpo dice mucho acerca de cuánto nos queremos y valoramos.
Comenzar a cuidarte más concienzudamente te hará poner énfasis en tu valor personal. Haz ejercicio, descansa, ten interacciones sociales saludables, aliméntate bien. No dudes en dedicarte el tiempo que mereces. Priorizarte en estos momentos te ayudará a lograr un adecuado equilibrio físico, mental y emocional.
Establece límites claros y directos
Saber decir que NO a lo que te afecta es esencial: debes reconocer lo que te molesta y actuar en consecuencia. Establece límites claros a todo lo que puede afectarte física, emocional o espiritualmente. Esto es totalmente necesario para tu bienestar, recuerda que si dejas que una vez se aprovechen de ti, lo harán una y otra vez. Debes ponerte a ti mismo ante todo y velar por tu integridad. Esta simple acción te ayudará a reconocer más ampliamente tu valor personal y a aumentar tu amor propio.
Te puede interesar: Amor propio: 7 razones para practicarlo
Aléjate de las personas tóxicas (o busca minimizar su influencia)
Esto está directamente relacionado con el punto anterior. Parte de establecer límites claros y directos tiene que ver con alejarte de aquellas personas que nada aportan a tu vida y que, por el contrario, la empobrecen. Si no puedes alejarte de determinada persona (por ejemplo, por ser un familiar directo) busca que tenga la menor influencia posible sobre ti.
Aprende a manejar con efectividad y a protegerte a ti mismo de sus actitudes tóxicas. Si te amas a ti mismo y reconoces tu valor personal, no dudes que sabrás desenvolverte ante situaciones complejas, poniendo tus necesidades en primer lugar.
Presta atención a tus necesidades y sé consciente de ellas
Muchas veces tendemos a tener en cuenta las necesidades de los demás más que las nuestras propias. Esto puede llevar a que terminemos sin saber lo que realmente queremos, confundiendo lo que necesitamos con lo que necesitan los demás y entrando así en una espiral de insatisfacción.
Debes ser consciente de lo que piensas, sientes y deseas. Sólo así actuarás para satisfacer tus propias necesidades, en lugar de actuar según lo que los demás esperan de ti. Aprecia lo que eres y lo que vales. No priorices a otros antes que a ti, no dejes pasar aquello que te molesta. Aprende a decir que no cuando sea necesario.
Y recuerda: no estás siendo egoísta. Simplemente estás preservando tu bienestar y actuando en función de tu valor personal. Te lo mereces.
Ten cuidado con tus deseos
Muchas veces, lo que deseamos puede no ser lo más saludable para nosotros. Reconocer tu valor personal no significa cumplir tus caprichos siempre que puedas, sino saber cuáles son los deseos que puedes cumplir. A veces, por poner un ejemplo concreto, podemos tener deseos de un trago o de comer de más. Sin embargo, si siempre satisfacemos este tipo de deseos acabaremos formando un comportamiento automático que a la larga no será saludable.
Amar también significa saber dejar tus deseos de lado en vistas a tu salud o bienestar. Céntrate en tus necesidades antes que en tus deseos.
Sé intencional
Cuando reconoces tu valor personal, valoras tu vida antes que nada. Y parte de valorar tu vida tiene que ver con encontrarle un “por qué”, aquello que te motiva a levantarte de la cama cada día. Ser consciente de todo lo que sucede en tu vida y saber por qué sucede te ayudará a vivir una vida plena de significado y amor hacia ti mismo. Ten un propósito, rutinas significativas que te lleven cada vez más cerca del lugar al que deseas llegar. De a poco te irás dirigiendo hacia la autorrealización, y eso aumentará aún más el valor personal que te asignas.
Sé humano
Esto significa reconocer nuestros errores por lo que son: simples errores. Eres humano y como tal no eres perfecto. Asegúrate cada día de que no estás siendo tan duro contigo mismo. Practica la compasión sobre todas las cosas. No te castigues eternamente por tus errores, y no pienses que son fracasos irrecuperables. En su lugar, aprende de ellos, adáptate, y sigue adelante. Una vez que somos capaces de perdonarnos a nosotros mismos, ganamos algo muy valioso: la libertad.