La seducción juega un papel clave en nuestra sexualidad. Y es por eso que debemos aprender a dominarla, saber qué hacemos y por qué lo hacemos, a la hora de seducir. En este artículo desglosaremos el significado y la importancia de la seducción como arte que permite mantener el deseo y dotar al sexo de un nuevo significado. Sigue leyendo, porque encontrarás recursos valiosos para dominar el arte de la seducción, y así poder vivir una sexualidad saludable.
¿Qué es la seducción?
Seducir es básicamente causar interés y transformarlo en deseo. Esto tiene que ver con lograr que alguien se fije en nosotros con curiosidad y de manera positiva. Cuando seducimos nos volvemos recurrentes en la imaginación de la otra persona, haciendo que su deseo por conocernos o tenernos cerca aumente a cada momento. Seducir es generar expectativa, generar deseo, y también tiene que ver con dominar diferentes habilidades sociales y de comunicación, ya que es un acto que se lleva a cabo entre dos personas y no de manera solitaria.
¿Cuándo es conveniente se ducir?
Desde un primer instante debemos aclarar que la seducción no es utilizada sólo para ligar. Podemos seducir para provocar que ciertas personas tengan interés o curiosidad en nosotros, para sentirnos admirados, amados y solicitados, etc. Esto no sólo desde un plano sexual.
Sin embargo, en la sexualidad la seducción juega un papel especialmente importante porque permite mantener viva la llama del deseo. No utilizamos la seducción sólo para conseguir pareja sexual o estable, sino también para mantener una pareja que ya tenemos. La verdad es que los problemas de falta de deseo o monotonía en las parejas a menudo surgen porque se ha olvidado el arte de seducir. Pensamos que nuestra pareja es algo que tenemos garantizado, y nos olvidamos que el sexo no es sólo físico, sino que tiene también un importante componente psicológico que determina nuestro interés y el de la otra persona.
¿Qué tener en cuenta al seducir? Cuerpo y mente en acción
Contrariamente a la creencia popular, no sólo los más guapos pueden seducir. Es incluso más importante cuidar los aspectos positivos de nuestra personalidad, potenciando nuestras virtudes y disimulando (aunque aceptando) nuestros defectos. Además, la seducción es un arte que se realiza sobre todo a partir de la inteligencia y de la riqueza mental, no sólo desde el físico.
Sin embargo, no por eso debemos descuidar nuestra prolijidad e higiene. Es muy importante tener un aspecto despierto y saludable, porque la primera impresión cuenta muchísimo.
Otra cosa a tener en cuenta al seducir es el lenguaje corporal. Muchas veces, la expresión corporal de alguien nos puede transmitir muy diversas sensaciones, positivas o negativas. Cada uno de nosotros nos sentimos atraídos por distintos modelos de comportamiento, pero es bueno buscar el punto medio. No ser demasiado pasivos, pero tampoco demasiado impulsivos.
Es importante ser comprensivos y honestos, para que el otro nos considere dignos de confianza. Ten en cuenta que las expectativas que la otra persona tenga respecto a nosotros, la imagen que le demos, las cosas que decimos y la seguridad que mostramos determinarán si la otra persona nos dejará acercarnos, o no.
¿Cuál es la relación entre seducción y sexualidad?
Gran parte del deseo que experimentamos hacia el otro tiene que ver directamente con la seducción. Aprender a seducir y a dejarnos seducir es imprescindible para vivir una sexualidad integral. En este sentido, la seducción permite crear un preámbulo al acto sexual que es muy importante para que el deseo se encienda. Seducir es provechoso tanto para mujeres como para hombres, y puede ser lo que marque la diferencia entre el sexo de rutina o el sexo significativo.
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La importancia de la seducción
Como seguramente ya sabes, la sexualidad es un componente muy importante en la vida humana y es necesario que procuremos una vida sexual saludable y satisfactoria. Del preámbulo y de la seducción depende no sólo el encuentro sexual inmediato, sino el desarrollo y perduración de una relación.
Los problemas más comunes que desencadenan en falta de deseo son la vergüenza y la inhibición. La comunicación es muy importante en el sexo, al punto de que cuando una persona no transmite sus deseos de manera adecuada, puede sentirse incómoda y no disfrutar en absoluto de la relación. Para paliar esto, aprender a seducir y estar satisfecho con tu vida sexual, recomendamos ampliamente formaciones como Sexualidad Saludable.
Este curso ayuda a liberar tabúes y falsas concepciones respecto al sexo, para que todas las personas puedan disfrutar de su vida sexual propia o en pareja. La falta de deseo, la impotencia o la anorgasmia son cuestiones muy comunes, que en muchas personas no encuentran solución y que en este curso son tratadas extensivamente. Te animamos a tomar la iniciativa si tú tienes el mismo tipo de problemas, para aprender a seducir y tomar el control de tu vida sexual.
Además, la seducción permite escapar a la monotonía. Esto porque al ingeniar siempre nuevas formas de seducir avivamos el deseo y la pasión en la otra persona. La excitación es consecuencia casi directa de la mente, por lo que en una sexualidad saludable la seducción es un componente indispensable. Convertir la sexualidad en un juego y estimular a la pareja, crear un ambiente cómodo y romántico, la música, la comida, las velas, son una buena combinación para dar comienzo a encuentros inolvidables.
Y tú, ¿disfrutas de tu sexualidad? ¿aplicas el arte de la seducción para generar deseo? Cuéntanos lo que piensas en los comentarios.